La restauración de esta vivienda, situada en un edificio de los años 30 del siglo XX, se divide en dos actuaciones básicas: la recuperación del pavimento de mosaico hidráulico hexagonal original, rico en dibujos geométricos y colores; y la solución sencilla de una vivienda de dos dormitorios donde la luz y la economía de recursos eran las condiciones principales para su desarrollo.

Para ello, la actuación se concentra en dos muros enfrentados, construidos mediante marcos de tablero de MDF de 40mm de espesor rellenos de perfiles metálicos y placas de yeso, que enfatizan la condición de mobiliario informal de los tabiques permitiendo una intervención arquitectónica original que introduce las particiones de la vivienda dentro de la composición de la misma mediante una construcción sencilla y asequible.

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